La propuesta de reforma del modelo tiene como principales ejes los principios de solidaridad e igualdad entre todos los ciudadanos y, por lo tanto, el incremento de la equidad y la suficiencia en la financiación del conjunto de las competencias transferidas a las CC.AA. Así:
- Garantiza que cualquier ciudadano, independientemente de la comunidad autónoma donde reside, tendrá la misma financiación para la prestación de los servicios públicos fundamentales: educación, sanidad y servicios sociales. El 80% de los recursos del sistema se destinará a esta garantía. Asegura además la financiación a todas las CC.AA. para el resto de competencias transferidas y las no homogéneas.
- Reduce las diferencias actualmente existentes en la financiación per cápita entre las distintas CC.AA., reforzando de esta forma la igualdad del sistema. El nuevo modelo permite reducir en un 25% la diferencia máxima de financiación per cápita entre CC.AA. en el primer año de aplicación.
- Adapta el sistema a la realidad actual teniendo en cuenta el incremento de población entre 1999 y 2009, y ajusta esta variable en función de la población sanitaria protegida, la población menor de 16 años, la mayor de 65 años, además de la superficie, la dispersión y la insularidad, así como la densidad.
- Dota de mayor autonomía financiera y corresponsabilidad fiscal a las CC.AA., que dependerán más de ellas mismas y serán menos dependientes de las transferencias del Estado.
- Introduce elementos dinámicos para mejorar la flexibilidad del sistema y permitir su ajuste anual a los cambios poblacionales y a la realidad demográfica de cada comunidad autónoma.
- Contribuye a la estabilidad de las cuentas públicas del conjunto de las administraciones al mejorar la financiación de las CC.AA. y reducir los déficits presupuestarios en que éstas pueden incurrir.
UN SISTEMA MÁS DINÁMICO Y ESTABLE
El nuevo modelo de financiación autonómica se adecuará a las necesidades reales de gasto de las CC.AA. y, por tanto, a los cambios demográficos que se han vivido en España en la última década. Para ello, se tendrá en cuenta los aumentos de población registrados desde 1999, año que se tomó como base del actual sistema, pero también se revisarán los criterios de ajuste de la población, dando una mayor ponderación a factores no poblacionales como la dispersión, la insularidad y la superficie. Además, se otorga, por primera vez, un mejor reconocimiento a factores como la edad en la atención sanitaria (se definen siete grupos de edad), el envejecimiento o la población en edad escolar (de 0 a 16 años).
Además, el nuevo sistema dota de mayor autonomía y corresponsabilidad a las CC.AA. mediante de una mayor cesión de impuestos: el 50% del IRPF y el IVA y el 58% de los Impuestos Especiales, y de una mayor capacidad normativa. Así, en el sistema actual el 70% de todos los recursos de las CC.AA. provienen de los impuestos cedidos parcial o totalmente por el Estado; con el nuevo modelo, este porcentaje pasaría a ser de aproximadamente el 90%.
RECURSOS ADICIONALES Y GRADUALIDAD
Los recursos adicionales que aporte el Estado se distribuirán de forma gradual en los próximos 4 años. De esta forma, la aportación de más recursos resulta compatible con los objetivos de estabilidad presupuestaria marcados por el Gobierno para los próximos años. Estos recursos adicionales permitirán, además, reducir déficit de las CC.AA.
Por otro lado, dada la situación de crisis económica actual y la brusca reducción de los ingresos fiscales, el Gobierno permitirá que las CC.AA. puedan devolver las cantidades correspondientes a las posibles liquidaciones negativas en 4 años, con una carencia de uno.
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