Resulta conocido que las microempresas, y las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) desempeñan un papel central en la economía española y, por supuesto, europea. Son una fuente esencial de capacidades empresariales, innovación y empleo.
En la Unión Europea existen:
- más de 23 millones de PYMEs
- aportan aproximadamente 75 millones de puestos de trabajo y
- representan el 99 % de todas las empresas.
Los escasos recursos financieros de que disponen pueden también limitarles el acceso a las nuevas tecnologías o a la innovación. Esta es la razón por la que consideramos que su financiación es una cuestión de Estado y, en estos días poselectorales, debía ser una de las prioridades de la Comisión Europea para promover el crecimiento económico, la creación de empleo y la cohesión económica y social el apoyo financiero a las PYMEs.
A continuación recogemos un cuadro que pone de manifiesto los parámetros utilizados por la Unión Europea en la calificación de microempresas, pequeñas y medianas empresas (PYMEs).
En relación con la cuestión de la financiación (cuestión de Estado) el Instituto de Crédito Oficial, ICO, (entidad pública adscrita al Ministerio de Economía y Hacienda) informa (notas de prensa) que:
Fundamentalmente la actuación del ICO se orienta a la mediación como se muestra en las figuras siguientes:
En la siguiente entrada analizaremos, con detalle, el destino de tantos millones de euros cuando las pymes siguen manisfestando los problemas de acceso a la financiación.